sábado, 13 de diciembre de 2008

Las hojas de tus sueños olvidan a rato que son hojas
y los sueños de tus pasos cambian su nombre cuando anochece
cuando los ladridos de perros preparan naufragios y abanicos
y queman las plumas de pájaros sin madre condenados a reír

Los hombres de tus guerras olvidan a ratos que son hombres
y se esconden en mares sin agua pero repletos de olvidos y carceleros
que torturan las mañanas y el rumor de aquellas palabras
que nunca has podido pronunciar

Las madres de tus ojos abandonan a sus hijos
enfermos
convalecientes
desmesurados
y se les llenan los ojos de lágrimas cuando dios
admite que no existe y vuelve a beber solo ríos y cascadas

Las madres de tus ojos abandonan a sus hijos
con el asco que yo sentiría al tomar un fusil y asesinar flores
y las hojas de tus sueños olvidan a rato que son hojas
y las hijas de tus mares olvidan que son hijas y sollozan
y yo me parezco tanto a aquel navío preparado por perros
que cruzó todos los mares y llegando a la costa
se hundió y fue devorado por palomas azules.

7 comentarios:

Amorexia. dijo...

-Mírenla allí – se dijo – con toda su petulancia! Ahogándose en vanidad mientras el sol y el viento la acarician! Claro! Su belleza es terrible, patética e inútil! Inservible! Inaguantable!- maldita! Hermosa y maldita! – Grotesco y desenfrenado se lanza llorando contra la indefensa flor –incauta!- se dijo en su monólogo – mírate! Tan frágil y al mismo tiempo tan gloriosa! Tan pequeña, en nada parecida a tu pariente lejana de el África, la serpiente! Si pero las flores no son como las serpientes silenciosas! mas su veneno es su belleza gigantesca, su ego florido! Su maldita capacidad hipnótica, pero yo he encimado la muerte! Sus arrojos de soberana presencia floral no apabullan mi odio! Necesito de la infertilidad y la soledad de el vientre de la tierra para florecer! – ahogado y ciego se lanza despiadado sobre la flor que horrorizada solo acata por asomar sus espinas ante el insolente y violento mordisco! La embestida abominable, el macabro ataque sin sentido y reivindicador de el asesino! – tus espinas pueden destrozarme la boca, hacerme tragar mi sangre! Puedes ulcerar mi lengua, tratar estúpidamente de desangrarme el aliento! Pero seguiré gritando mientras mi sangre se amontona en la garganta y se coagula, pero efusivo lanzo mis gritos y con ella probarás el néctar de mi odio vuelto saliva ensangrentada! Muere! Muere!- cada pétalo va cayendo en la tierra mezclado con la sangre de el asesino, que cae rendido y ciego junto al cadáver espinoso y marchito de la flor. Vuelve en sí a los pocos segundos y llora, le duele la belleza muerta y trémula que se vuelve barro rojo y azul al mezclarse con la tierra, llora de rabia e impotencia al ver la pasta muerta que fecundará el suelo para que nazcan nuevas petulancias de la floresta. El asesino llora otra vez, y se planta en su sitio.

Amorexia. dijo...

Saludos a deshora.

Buen texto.

Anónimo dijo...

amo tu surrealismo, pincelas imágenes en mis ideas mientras te leo. Si pudiera pintaría todas tus palabras, pero mis dedos se quedan torpes y cortos ante tanta poesía.

franco ferreira dijo...

describiste la eterna transofrmación de nuestros ángeles en muertos, y de nuestras flores en marchitos reflejos de lo que fueron.
Y la vida está llena de esas metamorfosis...

describiste la vida.
Gracias por esas reflexiones.

Cuídate mucho. Un gusto pasar por aquí ;)

Camy dijo...

Los seres humanos crean y destruyen, la vida, no obstante de ahogar, sigue...

Mujer del traje gris dijo...

mira que curioso: durante mucho tiempo yo pisaba las hojas en el piso que el niño de mis ojos me arrojaba bajo las suelas de los tennis. Me abandonó, tambien, pero no me dio la gana coger un fusil y asesinar (ni las flores ni las hojas)

un abrazo!

Myriam dijo...

Como siempre un gusto pasar por aquí no sólo para leerte, sino para imaginar y sumergirse en tus versos.

Besitos!