jueves, 25 de septiembre de 2014

El sabor de tu boca en mi boca es infinito 
como el ruido de la arena
              en los pies quebrados del colibrí del tiempo

pájaro herido que busca refugio en nuestro corazón cueva
escondite corazón
dedos túnica manta cálida del tiempo escandalosamente
                                                      sórdido y ensordecedor

el sabor de tu boca es eterno y no perdona demoras
      se lanza en picada a los montes del pensamiento
enmohecido por el vestigio
  de otras tierras donde todos los ruidos son ruidos de risas

el sabor de tu alma infinitamente retumba en la
                        desesperanza misma de las heridas corazón
                                heridas carne
cuando no encuentra el camino de regreso a tu boca lugar
de sagradas lágrimas maldita bendición de las llagas
alegremente complementadas carne de tu carne corazón de
tu corazón

dame el vientre de tu corazón y entrégamelo sabré cuidarlo entre mis muslos
los mismos que convertían al reloj en abrigo cada segundo en calor y
entrégamelo                regálamelo
 y déjame convertirme en la enfermedad de todas las cosas
                                       la solución de todas las cosas
  
       déjame convertirme en el lenguaje de señas que
aprendió tu boca mucho antes de nacer

el sabor de tu boca en mi alma envía señales de humo
a los pájaros del barro que baila en nuestros besos astronómicos

            tus astronómicos errores
          tus místicos cansancios                tus vulgares milagros
tus latentes pasos           tus naturales insultos

nuestro amor pez nada en las aguas de las palabras santas
milagrosas y perpetuas

versos y canciones nuestras raíces destrozadas

renacen día a día.